Los instrumentos de cuerda

Son de los más conocidos del mundo, ya que entre ellos se encuentra la guitarra, el piano y el violín. Como su nombre indica, el sonido se produce a través de unas cuerdas muy tensadas que hay en el instrumento, y se pueden tocar ya sea frotándolas con un arco, como por ejemplo el violín, la viola, o el violoncelo; pulsándolas con los dedos, en el caso de la guitarra o el arpa; o mediante un teclado, como es el caso del piano. El cuerpo del instrumento se encarga de amplificar el sonido de las cuerdas para que tenga más volumen.

Cuerda para rato.

Como pudisteis comprobar en la 2ª entrada de este blog que trataba sobre los sonidos, una de las formas en que podemos producir un sonido es tensando una goma o una cuerda. El objeto en cuestión vibra, y hace vibrar el aire que lo envuelve. Como la cuerda no es lo bastante sonora, estos instrumentos incluyen una caja de resonancia, que hace eco y hace que la vibración de la cuerda se oiga por todas partes.

Pulsar o frotar ¿tu qué eliges?

Los instrumentos de cuerda se dividen en dos grandes grupos, según si la cuerda se pulsa con los dedos o con algún objeto como una púa (muy útil para no dejarse los dedos) o se frota con un arco hecho con crines de caballo... aunque que eso no quita que algunos músicos usen el violín o el contrabajo y pulsen las cuerdas, para arrancarles un sonido innovador; a este estilo se le llama pizzicatto.

Instrumentos de cuerda frotada

Instrumentos de cuerda pulsada

 

La orquesta sinfónica.

Ahora que ya conocemos las tres familias de instrumentos (percusión, viento y cuerda) sólo nos falta saber como se colocan en una orquesta.

Para dar unidad a los sonidos, dentro de la orquesta los instrumentos de la misma familia se colocan juntos dando lugar a la siguiente distribución: